Resulta particularmente interesante en tanto es un verdadero link entre dos post donde quisimos mostrar dos grandes campos de ridiculeces (donde, por supuesto, no todo es ridículo):
El del Arte moderno por un lado (con la mención de Cage); y
De Don Alfredo Zitarrosa. Era zurdo como el churrete pero cuanto más pasa el tiempo, más lo quiero y más lo admiro. Su voz, su modo de cantar, el juego de guitarras que lo acompañaban... un verdadero gigante.
En este recital volvía del exilio a la televisión abierta en Buenos Aires. Estaba que se moría de los nervios. Pero miren cómo cantaba.